Hemos escuchado últimamente como al Halloween y otras celebraciones de semejante índole se les ha tratado de prohibir en México, o por lo menos desprestigiar y sobajar. La razón que nos dan es el hecho de ser “paganas” y/o de procedencia extranjeras, siendo así celebraciones “antipatriotas” que pondrían en peligro a las supuestas tradiciones mexicanas (de las cuales, por cierto, NINGUNA sobrevivió al holocausto de la Conquista Española).
Curioso es ver que ningún medio de comunicación o personaje de importancia trate de prohibirnos la Navidad, o al menos señalarnos el hecho histórico de que la Navidad también tiene orígenes paganos europeos. No es para nada “maligno” que la Navidad provenga de antiguas tradiciones paganas, pero tampoco se debe ocultar o distorsionar la razón de la Navidad, siendo esta una celebración del Solsticio de Invierno y su interpolación con la natividad de Jesús.
De los celtas, la tradición se transmitió al mundo romano, adquiriendo la forma de la Saturnalia, fiestas donde se celebraba la caída del dios-titan Saturno, siendo después un mítico rey. En estas fechas aparte de venerar el retorno del sol y la fecundidad, se hacían fiestas donde se vieron grandes borracheras, despilfarros, sacrificios humanos, e incluso “Saturnalia” llegó a ser sinónimo de orgía. Estas fiestas se hacían alrededor del 17 al 23 de Diciembre.
Hoy, la navidad obtuvo otros nuevos símbolos como el pino de navidad, primero usado por los alemanes en Letonia y Estonia. Santa Clause es una deformación del Cernunnos celta... siendo el hombre viejo que “reparte sus regalos” en todo el mundo junto con sus renos (con cuernos.) Pero si aún piensan que el 25 de Dic es la fecha correcta, consideren que el Papa Gregorio XIII quitó 10 días al calendario en 1582 al instituir por la bula Inter Gravissimas el actual calendario que tenemos.
¿Si se quiere celebrar la llegada del Mesías... porque lo hacemos bajo los parámetros de otras religiones y otros pueblos?