La anahuacayotl.
Tras los destructivos lastres dejados por el holocausto de la conquista, y después de caminar entre la obscuridad de nuestra prisión cultural, en el Anahuac comenzamos a regresar tenuemente hacia la luz dejada por nuestros ancestros indígenas. Sea por el amor o la simple curiosidad de escarbar nuestro querido pasado, poco a poco que se esta regresando a revalorar y estudiar nuestros propios ideales autóctonos. Somos pocos, pero seguimos multiplicándonos conforme pasan los años. Nuestra corazón y conciencia se torna hacia nuestros Viejos Abuelos, y nuestra memoria histórica se vuelve a encarrilar donde quedamos truncados tras la captura de Cuauhtemoc. Esos pocos anahuacas hombres y mujeres de todas las edades ya están forcejeando con las cadenas culturales impuestas forzadamente por los europeos. Algunos las rompen, y otros siguen intentando salir del cautiverio occidental desalmadamente tecnológico y materialista en que nos encontramos por ya casi 500 años. Pero en ese salir, las veredas comienzan a formarse en el virgen movimiento que algunos llaman “mexicanista”.
No es sorpresa alguna que se de forma a corrientes de pensamiento dentro del mismo movimiento. Cosa muy normal, pues esas corrientes se forman en base a la afinidad de las miles de personas con cierta filosofia y politica llevada a cabo por las antiguas naciones indígenas del Anahuac. No todas las personas piensan igual, y es por ello que dan lugar a grandes corrientes dentro de este movimiento en que se rememora al Anahuac.
Existen varias corrientes ideológicas que han surgido en la “mexicanidad indigenista”. Pero dos son la que mayor auge han tomado, despegando alto pero de manera separada y lamentablemente de forma independiente. Una es la mexicayotl; fuerte, tenaz, ruda para el novato, estrictamente siguiendo los valores guerreros de antaño. Se basa primordialmente en la antigua nación de los mexicas. Por el otro lado la toltecayotl; mas idealista, filosófica, meditativa, y sencilla. Tratan de seguir el legado de los toltecas. Existen otras corrientes, mucho mas separadas, pero que no han formado tanta polaridad como la mexicayotl y la toltecayotl.
Conforme ha transcurrido el tiempo, de ambos lados ha existido un pleito, pues se arrojan acusaciones de ser menos representativos de la cultura del antiguo Anahuac. Los del mexicayotl se dicen mexicas, y en tanto que los del Toltecayotl son toltecas. Por la naturaleza de ambos ideales es común que choquen sus seguidores. Pero en algunas ocasiones llegan a grados extremos, en donde lo único que están ocasionando es la división. Esa es la principal razón del porque de la tardanza del resurgimiento de Anahuac. Los escépticos argumentan soberbiamente que la idea de recuperar a nuestra verdadera cultura indígena es un ilusorio sueño inobtenible y absurdo para nuestros “tiempos modernos”. Los retrasos en el poder de convocación y las acciones a llevar han sido cambiados por los dimes y diretes entre mexicas y toltecas. Y como básicamente no se ha hecho nada tangible por el Anahuac… aun, entonces causa el desden por parte de esos escépticos patrioteros.
Necesitamos realizar algo. Tenemos que llamar al pueblo del Anahuac para que despierte de esta horrible pesadilla en que estamos inmersos como pais, cultura y también como estado. Hacer nuestra la herencia que los Viejos Abuelos nos dejaron con animoso cariño y esperanza a nosotros, sus nietos. Divididos seguiremos separándonos, alejándonos de lo que nos hizo salir de nuestra prisión cultural, el respeto por el Anahuac.
Propongo que a manera de aglutinar a las distintas posiciones, y servir como receptáculo de nuevos integrantes, una tercera corriente, intermedia y neutral entre la mexicayotl y la toltecayotl. Pues ambas son necesarias fozosamente, ya que fueron parte del Anahuac. Esa tercera opción, propongo, sea la anahuacayotl. Pues solamente si nos situamos entre la guerrera mexicayotl y la filosófica toltecayotl es que obtendremos éxito en encontrarnos con nuestro destino para recuperar al Anahuac. Es neutral, pues no busca confrontación, sino el dialogo entre todas las corrientes indigenistas. Y necesitamos dialogar entre nosotros, intercambiar ideas, debatirlas y analizarlas, pues tenemos que ser fuertes ante los embates mediaticos del actual sistema colonizador.
El nombre de anahuacayotl es básico, sencillo y a la vez demasiado simbólico. Pues todos somos anahuacas, tenemos la milenaria sangre morena corriendo por nuestras venas. Y deseamos que el Anahuac despierte del letargo que duerme. Anahuacayotl significaría la fusión y unión de todo lo que significa Anahuac. La cultura, religión, filosofía, política, sociedad, arte, arquitectura, ética, guerra; todo lo que nos pertenece y nos fue arrebatado por el hispano (el español) y continua siendo ignorado por el actual sistema en que vivimos tras la caida de Tollan Mexico Tenochtitlan. Pues esas son NUESTRAS raíces. Tenemos que regresar a nuestras raices. Y la anahuacayotl nos puede ayudar a entendernos y enfrentar unidos ante los embates que lleguen del sistema fallido en que pobres, ignorantes y miserablemente vivimos.
La anahuacayotl, o la anahuaquidad, es parte de esa solución para llevarnos a alumbrar nuestro pasado. Pues con la antorcha del pasado alumbraremos hoy el sendero que va hacia nuestro futuro.