lunes, agosto 22, 2005

Entre las negras sombras vagamos

Entre las negras sombras vagamos;
en las fauces del olvido histórico yacemos,
agobiantes en el sufrir de esta vida,
ignorando tener frente a nosotros las joya elegida,
poseedora de excilerante brillo, de perpetua duración,
hermosa herencia de nuestros ancestros cuya edificación
magistralmente realizada con el arte, ciencia e historias dejadas
para sostenernos de pié ante las tormentas iracundas.
¡Pués ése legado es luz y sostén, antorcha y guía!
¡Sera así! ¡Que llegue el amanecer de nuestro día!


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Estos días no solo fué cuando la capital mexica cayó ante la inacción de los de su misma sangre y la voracidad de quienes vinieron endemoniadamente a destruir. También recordemos a Texcoco cuando cayó en manos de Atzcapotzalco; cuando murió Cihuacuecuenotzin en Otompan (Otumba) y después cuando muriera Ixtlilxochitl Ometochtli frente a su hijo Nezahualcoyotl. ¡Pero no por esto el clamor de Cuauhtemoc y la fortaleza de Nezahualcoyotl decayeron! Más aún, quedaron plasmados sus ecos en nuestra sangre.