Tonantzin, nuestra honrada madre, da fuerte reprimenda a la humanidad.
Nuestra madre Tierra, Tonantzin Coatlicue como le llamaban nuestros ancestros indigenas a la poderosa pero maternal energia de nuestro planeta, nos da fuertes escarmientos por estar negligentemente olvidando el valor de la naturaleza misma. Es inconsebible que aquella energia que nos dio la vida, nos alberga y cobija, deje pasar la irrespetuosa forma de actuar de los seres humanos hacia su progenitora. Por ello, su ira se ha dejado sentir desde Nueva Orleans hasta Costa Rica. Y no es algo nuevo y esporadico, pues desde los tsunamis de Indonesia hasta los incendios en Portugal, los tifones en Japon y la amenaza de una mortifera pandemia mundial, estos hechos no son aislados. Nuestra madrecita la de la falda de serpientes, esta merecidamente castigandonos por no dar merecido respeto a ella y a las demas fuerzas de la naturaleza, llamadas estupidamente por los historiadores como "dioses prehispanicos".
Tlaloc y Chalchiuhtlicue estan trabajando en conjunto para auxiliar a Tonantzin, pues las lluvias y los mares nos han azotado. Hasta cierto punto hemos ignorado las señales de Tonatiuh, el sol, y como esta sobrecalentando nuestro ambiente. Ehecatl, con sus imparables aires ha destruido ciudades con agua y fuego en Estados Unidos. Todos trabajan en conjunto por medio de Quetzalcoatl, la naturaleza, para auxiliar en su mision a Tonantzin para hacer entender a la humanidad sobre la urgencia de cambiar de rumbo. Como cualquier madre, nos tiene que regañar.
La finalidad es hacernos entender antes del gran cambio del 2012. Tenemos que volver a respetar a la naturaleza y sus fuerzas como lo hacian nuestros ancestros indigenas, los Viejos Abuelos. Desde tiempos de los monumentales Olmecas, nuestro pueblo respeto y convivio con la madre Tierra. Hoy, en estos grises tiempos de alta tecnologia y "progreso" desenfrenado, nos hemos alejado de nuestra madre Coatlicue. Hemos olvididado como vivir con la naturaleza, y por eso, preferimos ahora destruirla, quitarla de nuestro camino para dar paso a enormes urbes. No por ello digo que vivir en ciudades es erroneo, pues nuestros ancestros indigenas vivian en gloriosas ciudades que estaban diseñadas en conjunto con la naturaleza. Tikal, Palenque, Mexico Tenochtitlan, Tzintzuntzan, grandes ciudades que a pesar de su gran tamaño e importancia arquitectonica, NUNCA existieron para destruir a la naturaleza. Tonantzin era respetada. Y por ello vivian en armonia con Quetzalcoatl. Hoy las enfermedades rondan, los males aquejan, y mientras parece que lo peor a pasado, retos colosales se avecinan. Tonantzin Coatlicue, tambien conocida hoy como la Virgen de Guadalupe, no parara hasta que nosotros sus hijitos respetemos el lugar que nos dio para vivir.