Se acerca el 485 aniversario del triunfo de Cuitlahuac, nuestra Noche Victoriosa.
La proxima noche del 30 de Junio para ser 1ero de Julio se cumplen 485 años de la victoria de nuestro tlahtoani Cuitlahuac sobre las barbáricas huestes de los españoles. Guiado por un gran valor de entereza, Cuitlahuac lideró a los mexíca contra los españoles y su decadente lider Hernán Cortez. Una batalla ampliamente recordada en tierras extranjeras, y hoy imbecilmente ha sido olvidada por los mexicanos. Y lejos de rescatar la importancia militar de esa triunfo, habríamos que tomar para nosotros el sentido del deber de propio Cuitlahuac.
Esa noche, mientras lloviznaba, los españoles salieron de su escondite donde estaban atrincherados, el palacio de Axayacatl, y se dirigieron hacía la calzada de Tlacopan, la carretera que comunicaba Mexíco Tenochtítlan con la entonces capital de Azcapotzalco. Tras muchos días de estar siendo sitiados por Cuitlahuac, huyeron los cobardes piratas españoles. Los mugrientos güerejos fueron detectados por los centinelas, e incluso por una vieja señora que dio voces a los templos. Los templos comenzaron a tocar sus tambores y caracoles, llamando a las tropas. La fuga fue frustrada, y el ejército mexíca salió al encuentro de los españoles. Nuestros honorables ancestros indigenas los atacaron desde la ciudad y varios escuadrones por agua. Así los rodearon, tacticamente superando a los hispanos. Por ordenes de Cuitlahuac, el puente del Canal de los Tolteca fué retirado, por lo que muchos mas españoles perecieron. Unos cuantos sobrevivieron, entre ellos Cortez, Alvarado, la traidora Malinalli... Tras haber perdido a sus hombres, expertos veteranos de las guerras italianas, tras haber sido derrotado, Hernan Cortez chilló. Sus lagrimas no cesaban, mientras se tiró bajo un ahuehuete en el paraje de Popotla. Varios dedos había perdido. Su dolor no era uno, eran varios.
Noche Triste para ellos... los españoles.
¡Noche Victoriosa para nosotros!
¡Noche Victoriosa para nosotros!
El gran Cuitlahuac, tlahtoani de Mexíco Tenochtítlan, nos brinda grandez enseñanzas con esto. Enseñanzas que podemos adaptar a nuestra vida diaria, aunque usted no lo crea. Su coraje por defender lo suyo, su patria, su religión, su cultura. Aprendamos ese gran legado de Cuitlahuac, para que nosotros defendamos lo nuestro y no lo impuesto. Lo nuestro es lo indigena, porque nosotros somos indigenas. No importa lo que diga la Secretaria de Gobernación, el INEGI, el Subcomandante Marcos y su EZLN... todos nosotros somos indigenas. Nunca nos podrán arrebatar el honor de tener sangre indigena corriendo por nuestras venas. Porque la división entre "hispanos" e "indigenas" en este país incorrectamente llamado Mexico no existe como tal. Los mexicanos no somos ni hispanos o latinos, sino indigenas. ¿O acaso no llevamos la sangre de Cuitlahuac? ¿Acaso no cargamos la jeta de nuestros ancestros? Por más que diga la foxi-presidencia o el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, todos somos indigenas. La única verdad aquí, es que unos siguieron por el verdadero camino, y otros se desviaron por el rumbo del occidentalismo. Todos descendemos, de alguna forma u otra, de nuestros Viejos Abuelos. Todos somos herederos del legado de ellos, tales como Cuitlahuac. El apartheid promovido para dividir a la sociedad, hecho por el EZLN y la girafa Vicente Fox solo confundirán más a la ya de por sí ignorante sociedad. La solución esta cuando por fín reconozcamos todos que somos indigenas nativos de este continente, de esta nuestra patria, Anahuac.
Pero mientras la SEP continua con sus pendejismos intelectualoides, continuan inventando fechas y acontecimientos de la historia. En lugar de festejar la borrachera de un anciano cura, allá en Dolores Hidalgo, Guanajuato, o de continuar venerando a dictadores, asesinos, y violadores como heroes revolucionarios de la "sacrosanta patria", mejor recordemos al respetable Cuitlahuac. Porque nunca fue noche triste para nosotros, sino para los cara de zapatilla de España. Para nosotros, los indigenas, fué noche victoriosa, alegre y jubilosa.
¡Defiende lo tuyo, y no lo impuesto!
Ayuda en el renacimiento de Anahuac, bajando el triptico de la Noche Victoriosa.