Hace diez minutos comenzaron a sentirse los primeros vientos del huracan Emily, aqui en Nuevo Laredo. De ser un dia soleado, azul, y en calma, en tan solo un minuto el estrepitoso viento descendió aqui. Sin previo aviso, sin preludio antisipado, en un minuto los vientos doblaron palmeras y arboles. Tras esto, unas nubes pardas comenzaron a cubrir lenta pero amenazantes. Del Este Sudeste llegaron. Cuando miré en pleno aironazo hacía el rumbo de Matamoros, el horizonte era negro. Sin truenos, sin relampagos, solo el aire que zumbaba en las alturas. Prosiguió el aire unos minutos, y tras esto comenzaron a caer las primeras gotas de Emily. Allá, en lo alto de las veloces nubes, un rumor se escuchaba. ¡Era el aire, fuerte y presuroso! Eran las primeras palabras que Emily pronunciaba aquí. Mientras la escuchaba susurrar entre los vientos, proseguí a meter cosas del jardin, ya que cualquer objeto cercano a las ventanas puede ser causa de desgracias. Desde mesas hasta citronellas. Todo metía. Y mientras escribó esto, los vientos ya calmaron. La lluvia continua, ya debil, pero presente. Mientras me asomo por la ventana, el sol no se deja vencer ante Emily. Esta dando su ultima lucha, ya que volvió a reaparecer. ¡Pero solo la luz, pues todo es nubes! A lo lejos, cercano al horizonte, se ven mas bandas de nubarrones. Se espera que para el anochecer los vientos comiencen a ser huracanados. Trataré de escrbir hasta que corten la luz. Es posible que la luz se quite como a la medianoche.
El ojo del huracan tocará tierra en La Pesca, municipio de Soto la Marina, Tamps, entre las 23:00 de hoy y la 1:00 de mañana.